Gigantes con los Pies de Barrio

Un día casi por casualidad, volví a nacer para el rock. Desempolvé mis vinilos, mis Live at the Budokan, mis Long Live Rock and Roll, y mis Heaven and Hell (la laca y las mallas después de dudar cinco segundos se quedaron en el cajón). Terminé de escribir una colección de canciones que quedaron grabadas en Filosofía doméstica, un disco cargado de riffs y de experiencias vitales, y también hicimos un concierto presentación en el Arena, en la calle Princesa que es, con diferencia, uno de los momentos “top” de  mi lista de acontecimientos memorables sobre un escenario, allí estuvieron mis amigos, los que participaron en el disco y los que no, Sherpa y Hermes de Barón Rojo, Guillermo “mesías”, Miguel Ángel Collado, seguramente muchos de los que estéis leyendo esto y mis hermanos de Sangre… Azul.

Han pasado seis años y aquí estamos con un nuevo disco bajo el brazo y con ganas de seguir repartiendo riffs y verborreando macarramente a diestro y siniestro, pero hagamos un poco de historia.

Todo empezó una tarde de primavera en las islas canarias, estando con Mr. Collado (en ese momento tocábamos juntos en el lado oscuro del metal acompañando a un artista que nada tiene que ver con el rock) cuando yo le comente que acababa de escribir una canción para un futuro nuevo disco que se llamaba pies de barro, el me replico:

-coño, pies de barrio, que bueno…

yo dije:

– ejem, me has oído mal es pies de barro, pero ahora que lo dices, mola mucho más pies de barrio…

-claro!! Me dijo él
      Y así nació lo que si no hay una hecatombe nuclear el 1 de Noviembre será el segundo disco de este servidor. Esa canción (que curiosamente al final no irá en el disco) resume muy bien su espíritu “soy un gigante con los pies de barrio, un nuevo Jipi, un Blowing in the wind, a veces soy un Starway to Heaven y casi siempre tu Highway to Hell” Rock por todos lados, mezclado con un poco de literatura de andar por casa.

Después vinieron otra oleada de canciones algunas más comprometidas y otras con un color mas desenfadado y positivo, al final hubo que elegir entre casi treinta ideas las 10 canciones que finalmente conforman este nuevo álbum.

A finales de 2013, llego la hora de meterse en el local de ensayo un par de semanas para preparar las bases del disco con Txarlie Solano y con Cesar Valeron que junto con Dani Serrano y conmigo en todo momento estuvieron a tope con el proyecto, proponiendo cosas y sumando con cada propuesta siempre desde el lenguaje común que es el rock. Fuimos a Idemm Estudios a grabar y el resultado fue espectacular, 10 pepinazos de rock que superaron con creces las expectativas que yo tenia con respecto a la grabación.

Por otro lado, croquetizarse entre el backline y el techo de la furgoneta para dormir unas horas durante el viaje, compartir escenario e ilusiones, darnos pequeños baños de glamour ochentero en el Madrid de Tierno Galván, convertir el Canci en nuestro Hollywood Palace particular, sentirnos estrellas del rock grabando en Ibiza y comiendo bocatas de calamares en el Brillante de Atocha… No cabe duda que son cosas que marcan y buenos cimientos para una gran amistad, como sucede con mis ex – compañeros de Sangre Azul.

Entendible es el alegrón cuando después de veinte años subimos juntos a un escenario para tocar un par de temas del grupo en la presentación de Filosofía Domestica. A raíz de ahí intensificamos nuestros encuentros (a los que se suma Estanis Nuñez icono de la fotografía del rock y gran amigo nuestro) y sin duda me he sentido muy acompañando por ellos en el parto de este segundo disco. Por supuesto tenían que estar presentes y lo están, Tony cantándose a medias conmigo una de las canciones (“Mundo Real”) y Julio, Luis y Carlos a los coros, este último además haciendo un trabajazo increíble con las mezclas del disco, brutal. Sentir tan cerca a mis compañeros de tanto tiempo atrás es sencillamente acojonante.

     Una vez enfocado todo lo referente al lado musical del disco solo faltaba la parte de ponerlo en el escaparate, yo me decía joder, con lo que esta costando, el cariño que le estamos poniendo todos, sería una pena que se quede en un cajón, y entre estos pensamientos me llega un guasap de Jose de The Fish Factory: “la semana que viene podíamos quedar para hablar de lo de tu disco”… se puede ser mas oportuno? Difícilmente, resulta que tres meses atrás habíamos cruzado mails con propuesta y contrapropuesta de contrato discográfico y mecanismos de promo, pero al no recibir respuesta inmediata mi sensación era que se había quedado ahí todo, seguramente durmiendo en el limbo del spam de alguna cuenta de correo.

Nos reunimos al calor de unas birritas de aperitivo y de nuestra amistad desde los tiempos de Marshall Monroe y todo fue sobre ruedas acordamos una fecha para la publicación del disco, y una fecha para la presentación (Noviembre 2014).

Una de las experiencias rocambolescas de esta aventura sucedió cuando Carlos me dice que dos de las voces grabadas en el disco

 no le sirven y me pide que las regrabe, a mi me pilla tocando en Southampton, al sur de Inglaterra, y la cosa corría muchísima prisa porque se nos pasaban las fechas, así que, nada, a tirar de google y a buscar un estudio cerca del hotel. Tuvimos la suerte de encontrar los Mutant Lab studios que además estaban disponibles y con la ayuda de Dani y el Coronel Sebastián (ingeniero de sonido de la gira de Albert Hammond) vivimos una experiencia babelescamente única, no parabamos de bromear con la circunstancia de un disco grabado entre “Parla y Southampton” entre madrileños, alemanes y australianos… curioso…