Con el cansancio acumulado flotando en el ambiente, nos dirigimos hacia Munich, una de las citas importantes, es una ciudad grande y hay una motivación especial.
Llegamos al hotel y como se está convirtiendo en costumbre, vamos a comer algo al centro para ver un poco la ciudad, más grande y un poco más descuidada que las otras ciudades alemanas que hemos visitado, tiene un centro histórico interesante para caminar con muchas iglesias y edificios antiguos que ver, llueve mucho, subimos a una torre para disfrutar la vista desde las alturas y nos gusta pero no nos impresiona, probablemente el cansancio influye en alguna medida, pero no es la ciudad alemana más cautivadora a primera vista.
Lo que si nos gusta y tiene un aspecto increíble es la Kongressalle donde tocamos, parecido a un teatro antiguo con sillas forradas de terciopelo rojo, la P.A. por fin volada, escenario grande, esto promete…
Otra nueva marca de cerveza en el camerino, como cada dia, y yo encantado, que eso de la cervecita, me va! Salimos a tocar ante un auditorio casi lleno y el público se engancha enseguida, buen concierto, se veia a la gente emocionada, menos una pareja que estaba a lo suyo en la primera fila y me estaba poniendo nervioso… coño, pagas una pasta y te pasas el concierto de cháchara… atiende un poco hombre!! Al rato ya todo el mundo a lo que hay que estar, lágrimas en la primera fila en “One Moment in time” y en pie para vivir los bises aplaudiendo a rabiar. Albert a gusto y nos fuimos a las 2 h. y 40’ de concierto.
De vuelta al hotel, vemos una mini-multitud asomada a un río y de repente se oye a Charlie: Surf!! Surf!! Surf!! Joder como se me puede haber olvidado! Si era aquí donde surfeaban en el río!!, Charlie y yo tenemos en común que ambos amamos los deportes extremos, él, el surf y yo beber cerveza… pues resulta que en Munich hay un rio con un salto de agua donde la gente surfea, y yo pregunto: alguien puede adivinar donde ha estado Charlie esta mañana antes de salir de Munich?